jueves, agosto 31, 2006

Tania

Para Tania Barragan Villanueva,
siempre...

Afuera llueve, aquí adentro estas hasta en las cosas más simples del cuarto, donde todo es ahora, soledad. Sabes que cuando llueve el frío invade toda la habitación, y un aire húmedo pero confortante acaricia nuestra piel, poniéndonos los pelos de punta en una combinación de placer e inquietud. En la noche sin tiempo (como esta o como tantas otras) en que nos conocimos, me vi reflejado en un poema tuyo. Supe desde entonces que serias, como eres, un espejo de las cosas buenas de mi alma, donde los errores y todo lo pasado, ya no importan.

En los días de verano, viajan por el cielo inmensas nubes blancas con las que se puede dibujar tantas cosas, como si fuesen hojas de un cuaderno en medio de la clase de matemáticas. Se puede dibujar leones o aves, pero yo prefiero dibujar tu figura ante la sorpresiva noticia de tu ausencia. Los sueños vienen y se van, como vienen y se van los días. Pero el cariño queda, no sabe de distancias o de olvidos. Dibujo aquella tarde donde hablamos de una media luna y una rayuela. La piedrita se lanza con destino al cielo, pero nunca llega, vuelve irremediablemente a la tierra, y comprendemos que no somos más que almas que creen estar vivas por el simple hecho de respirar. Pero vivir es otra cosa, es sentir, como yo siento la nostalgia y el vacío porque no estás.

A pesar de los kilometros, con la punta de mis dedos, te puedo tocar, y mi voz se escucha en un susurro lejano, pero constante. Un mensaje en tu correo. ¿Qué harías si un amanecer de esta vida que se prefigura como un bosquejo, contemplase contigo las formas de tu mundo y de tu cielo? Sabrías que no me interesa más que verte y hablar contigo, sin la estúpida pretensión de amarte o tan siquiera besarte. Simplemente de mirar al infinito, donde con las nubes se puede dar vida a mundos o a sueños, y en las noches sin tiempo (sin tiempo, como esta, o como tantas otras) las estrellas brillan fulgurantes y hermosas.

Pero ahora, solo llueve y siento frío.

12 Opiniones importantes:

La Sacerdotisa de San Telmo dijo...

hayyyyyyyyyyyyy
por dios
rafael
como estas
sos divino
si podes escuchar el programa el jueves proximo
avisame asi te dedico un tema o te mando un saludito
www.fmlatribu.com
y que pare de llover por favor
ue ya casi es primavera

Anónimo dijo...

NICE, NICE RAFA¡¡¡ La melancolía te mueve Rafa¡, gracias por la visita y por tus comentarios. Me alegro que hayas vuelto a las andanzas tenues de los sentimientos… y del blog. Cuídate y más adelante me explayo más…
Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Tierno, romántico, melancólico. Ojalá sea cierto que el cariño no sepa de distancias o de olvidos. Un saludo amigo.

Anónimo dijo...

Esas risillas tibias provienen de la dulce sensación de la Victoria. Es resultado de una batalla ganada, lo que no significa que me duerma en los laureles… Siempre hay rivales, pero no todos son dignos de la contienda.
Y si volverán esas risas, espero no ser el que su mirada se nuble y su corazón se esparza.
Hasta la vista, y ponte las pilas y escribe más, siempre es grato una buena lectura.
Bye

Anónimo dijo...

Hola Rafa! Gracias por tu mensaje. Sabes? Ahora me que dices que nunca lo habias pensado con los edificios... me pongo a pensar en algo.

En mi pais, los residenciales, que son conjuntos de edificios dedicados a la vivienda privada, no tienen un numero, como en Francia, por ejemplo. Aqui se les pone un nombre. Mi mama vive en el Residencial "El Arroyo" y mi papa vive en un conjunto de tres residencias que se llama "Adrian Manuel" (es el nombre del ingeniero que las construyo).

Te imaginas que todas esas familias actuen o puedan ser influenciadas por el nombre del lugar en donde viven? Hace unos dias vi un residencial que se llama Springfield... habra un Homero o un Sr. Burns?

Saludos caribennos,

Vania B. dijo...

Saudade. Creo que se escribe así. A eso me sabe el relato anterior: a esa nostalgia que no llega a ser tirsteza ni melancolía. Un sentimiento hermoso. Saludos.

Rafu dijo...

Muchas gracias a todos por comentar.

Gracias Hellen por la visita,tengo muchas ganas de escuchar tu programa.

Sebastian, escribir es en realidad muy divertido, y una fuente de desahogo, al menos para algunas personas.

José, tenés razón, ojalá sea verdad que el amor no sabe de distancias.

Rafael! Eso de los edificios tambien es interesante, sabes yo creo que todo nuestro entorno afecta en nuestro caracter.

Y Vania, me alegro mucho que mi relato te haya gustado. Un saludo a la distancia

Pachita Rex dijo...

cha! sabes que me gusta mucho este texto! Pero lamento contradecirte en eso de que la distancia no sabe de olvidos, ah, cah! por eso me embriago! :(

Cecilia Ch. dijo...

Esta muy hermoso, al leerlo me llevó a recordar ciertas cosas, muy bueno.

Anónimo dijo...

Hola Rafaa!!!!!!

Hermoso texto, él íltimo párrafo estremece, quizás por su intensidad, es muy bueno.

Gracias por pasar por mi espacio, estoy esperando tu foto para agregar.

Besotes argentinos.

Anónimo dijo...

hola rafaelito como bay? lei tu cuentos son muy bonitos ,el que mas me gusto fue el que dediscaste a tania,espero que siguas escribiendo y aproveches al maximo tu talento ,algun dia la vida te dara muchas sorpresas buenasque nunca esperabas.felicidades,sigue adelante .
bueno te cuidas , nos cheque
bay ,tu amiganga
paolita landivar :)

Rafu dijo...

Gracias Paolita. n_n